La melocotonera era una pieza que se utilizaba para elaborar el tradicional melocotón con vino aragonés.
Una vez terminada la receta, por el pitorro o pico vertedor se vertía el vino y por la parte superior se sacaba el melocotón macerado.
Una de las series decorativas características de la segunda mitad del siglo XIX es la vegetal-geométrica de trazado rápido.
Esta decoración se caracteriza por organizarse en bandas concéntricas o varias cenefas paralelas que llenan el espacio, en ocasiones alrededor de un motivo ornamental central.
Uno de los rasgos destacables es el contraste entre pinceladas gruesas y finas, así como la monocromía en azul. Los motivos decorativos eran habitualmente vegetales -hojas y flores plumeadas, las ramas y matas con pequeñas flores o las cenefas de laureles-, geométricos -semicírculos, ondulaciones y líneas paralelas- y frecuentemente se plasmaban nombres e iniciales, aludiendo al propietario de la pieza.